El Alcohol Isopropílico, también llamado isopropanol o 2-propanol, es un disolvente de rápida evaporación que no deja residuos ni impurezas gracias a su alta volatilidad
Su aplicación principal, la de disolvente, se debe a que es un potente diluyente de compuestos no polares, siendo, además, menos tóxico que otras alternativas. Esto, unido a su alta volatilidad, hace que sea un disolvente muy recomendado para grasas, aceites y manchas en general en elementos muy delicados como puede ser maquinarias, elementos ópticos o dispositivos electrónicos